Bien sea por un divorcio, una querella laboral, un inconveniente con un vecino, la compraventa de un bien o el reclamo de una herencia, entre otros, son casos que ameritan la asesoría e intervención de un abogado.
Sin embargo, es posible que nunca hayamos pensado en buscar los servicios de un abogado especialista en negligencias médicas, por cuanto no sabríamos cuáles son los casos tipificados, qué elementos intervienen para establecer un juicio ni a qué instancia acudir.
¿Qué es negligencia médica?
La negligencia médica, también denominada mala práctica médica, no es otra cosa que la desidia, indolencia o apatía por parte de un médico o de un centro hospitalario frente a un paciente, cuyas consecuencias lesionan u ocasionan la muerte al enfermo.
Existen varias formas de que un caso sea considerado negligencia médica, entre las cuales están, la realización de un diagnóstico errado, lo cual supone, en consecuencia, un tratamiento no adecuado, o, sencillamente la falta de un tratamiento por cuanto el médico no detectó una patología a tiempo.
También se incurre en negligencia médica cuando se realiza un diagnóstico tardío que resulte en el agravamiento de la patología del paciente.
La falta de información oportuna y detallada para el enfermo y sus familiares también puede ser considerada como negligencia médica, pues el paciente podría tomar decisiones equivocadas por desconocimiento de su propia enfermedad.
Además de estos, están los errores quirúrgicos, de los cuales muchos no son identificados como negligencias médicas debido a que en múltiples ocasiones el paciente ni sus familiares conocen sus derechos.
¿Cuándo existen negligencias médicas?
En los centros de salud públicos o privados, suele usarse los formularios sobre el consentimiento del paciente antes de someterse a una operación, donde declara estar consciente de los riesgos de la intervención.
Por otra parte, es cierto que no se puede hacer responsable de negligencia médica por una enfermedad preexistente, pero, en caso de que haya agravamiento de la dolencia por falta de atención o por un tratamiento médico inadecuado, sí se estaría hablando de negligencia.
En los casos de negligencia médica pueden estar involucrados los médicos, paramédicos, enfermeras y los centros hospitalarios, debido a que pueden ocasionarle al paciente lesiones físicas, psicológicas o la muerte, en un caso extremo.
Las consecuencias de la negligencia médica pueden ocasionar, además, gastos hospitalarios, lesiones permanentes, traumas, tanto a los pacientes como a sus familiares, pérdidas económicas de por vida, bien sea porque deba estar medicado por el resto de su vida o en caso de que el paciente quede cesante laboralmente, entre otras.
Casos comunes de negligencia médica
Existe negligencia en todas las especialidades médicas, desde las odontológicas, hasta las oftalmológicas, pasando por cirugías estéticas, ginecología, neonatología, traumatología, dermatología, etc.
La mala praxis médica suele ocurrir con mucha frecuencia en todos los centros de salud, bien sean privados o públicos, y lo más común es que las víctimas no denuncien por no saber a qué instancia acudir, o si, en efecto su caso es producto de la negligencia médica.
También puede ocurrir que se haga la denuncia, se reúnan todas las evidencias, pero no haya ninguna indemnización, debido a la existencia de un acuerdo entre el centro hospitalario, el médico tratante (o acusado, en este caso), y hasta el propio gremio de médicos, para retrasar las decisiones de indemnización, o sencillamente, rechazar el caso y proteger al especialista.
Aplicación errónea de anestesia
En el quirófano, ante cualquier intervención quirúrgica, cuando se aplica la anestesia general de manera imprudente puede ocasionar daños graves al paciente, que pueden ir desde efectos de larga duración hasta el deceso.
Un error en la aplicación de la anestesia ocasiona daños irreparables en el paciente, pues puede verse comprometidos el cerebro, el sistema nervioso central y con estos la movilidad e independencia del paciente.
En todos los casos el enfermo debe informar al médico acerca de los medicamentos que ingiere, incluyendo las vitaminas, de las alergias que sufre a comidas, bebidas, medicinas o materiales clínicos.
También debe reportar sobre su historia familiar relacionada con enfermedades, condiciones clínicas, infecciones, gripes, etc., así como sobre cirugías anteriores, problemas de anestesia.
Todo este perfil del paciente debe tenerlo el médico, a fin de que esté en conocimiento de las condiciones para actuar en consecuencia.
Mal diagnóstico
Un buen número de casos de mala práctica médica está relacionado con un mal diagnóstico, que puede ser equivocado o demasiado tarde.
Los casos comunes en diagnósticos tardíos ocurren en enfermedades como el cáncer, cuyo avance es fatal para el paciente y se hace más complicado revertir las consecuencias y evitarle la muerte.
En caso de que sea un diagnóstico equivocado, también puede ocurrir el agravamiento de la enfermedad y la inefectividad del tratamiento, lo que incluye además, gastos innecesarios y hasta daños irreparables para el paciente.
Los abogados especialistas en negligencia médica podrán referir casos donde otros especialistas habrían diagnosticado la enfermedad de manera efectiva, y demostrar que el médico no actuó de forma oportuna y adecuada, lo cual sería el sustento legal para presentar el caso como mala práctica médica.
Prescripciones equivocadas
En este tipo de negligencia médica se incluyen desde la prescripción de un medicamento equivocado para la enfermedad, como la dosis o cantidad incorrecta, lo cual puede resultar perjudicial y hasta mortal para el paciente.
En pediatría, por ejemplo, se conocen casos de prescripción de dosis de alimentos de fórmula para el bebé que si no son adecuadas, pueden ocasionar desnutrición, con todo lo que implica ese cuadro para su desarrollo psíquico y físico.
Perjuicios en el período de gestación y parto
Una equivocación médica en el momento del alumbramiento puede resultar en una tragedia, pues las consecuencias suelen afectar tanto al recién nacido como a la madre.
Un bebé puede sufrir lesiones debido a que durante el embarazo no se hizo un control y seguimiento adecuado del crecimiento del feto, no se atendió adecuadamente una dolencia de la madre o hubo una prescripción incorrecta.
Por otra parte, durante el embarazo pueden aparecer infecciones, y el uso de antibióticos debe estar bajo estricta vigilancia del especialista, quien debe procurar la menor invasión posible al bebé en gestación, pues de lo contrario, el bebé podría sufrir malformaciones y limitaciones en su desarrollo, lo cual también estaría tipificado como negligencia médica.
Otras patologías que puede sufrir la embarazada, ocasionadas por un mal diagnóstico, son la preeclampsia, la hipoglucemia, diabetes, anemia, sobrepeso, cardiopatías e hipertensión; además de otras enfermedades de la madre que afectarían al feto, como herpes, tuberculosis, lupus, fiebres repentinas, cefaleas, entre otras.
Durante el parto, una mala praxis médica puede ocasionar daños en el bebé o en la madre. Las más frecuentes suelen ser la incapacidad de prever alguna complicación en el momento del alumbramiento, como una atadura del bebé con el cordón umbilical, la demora para sugerir una cesárea, lo que puede ocasionar la muerte del bebé en el vientre, el uso inadecuado de los instrumentos o el exceso de fuerza para extraer al bebé del vientre.
Errores en una cirugía
La labor de los médicos, anestesiólogos y demás profesionales que intervienen en una operación quirúrgica es de alto riesgo y un pequeño error podría afectar de por vida al paciente y a sus familiares, de allí que al momento de una intervención quirúrgica, todos deban seguir los protocolos establecidos para evitar situaciones adversas y minimizar el margen de equivocación.
Pero, como errar es de humanos, nadie está exento de incurrir en una falta y de provocar lesiones, bien sea por no haberse cumplido todas las recomendaciones del caso o por haberse descuidado en detalles cuyas consecuencias son las lesiones al paciente.
Se han visto casos en los que en una cirugía, el especialista ha lesionado otros órganos del paciente, se han intervenido órganos sanos o se ha dejado material quirúrgico en el cuerpo del enfermo.
En estos casos, la mala práctica médica causa dolores innecesarios, gastos clínicos adicionales, y reposos prolongados que podrían afectar la productividad del paciente, o, en otros casos, el despido de su trabajo.
Asesorarse y actuar
En cualquiera de los casos descritos, o en otros donde la negligencia médica sea la causa del problema, lo mejor es buscar la asesoría de un abogado especialista en esta área.
Un abogado dedicado a esta rama del derecho tiene el conocimiento y las herramientas para demandar y exigir una compensación.
Actuar oportunamente
Lo recomendable en caso de requerir los servicios de un despacho de abogados madrid es que se haga de manera inmediata, pues el tiempo siempre juega en contra, ya que los casos expiran.
Se debe tener a la mano toda la documentación necesaria, los reportes clínicos, prescripciones, facturas, órdenes y resultados de exámenes, diagnóstico, informes médicos, etc., a fin de ganar tiempo y tomar alguna ventaja con respecto a los lapsos que se toman algunos trámites burocráticos.
En otros casos se recomienda que se haga un registro fotográfico de la lesión que se haya originado a causa de negligencia, y contactar a un abogado a la mayor brevedad posible.
Los abogados especialistas en negligencia médica acuden además a un médico especialista en esos casos, para corroborar que el paciente, en efecto, sufre las consecuencias de la mala práctica médica.
Además, el abogado podrá estimar y orientar sobre la indemnización o compensación que podría recibir el paciente o sus familiares en caso de comprobarse la negligencia médica, así como calcular los intereses ocasionados por la pérdida económica que representa un reposo prolongado que deje sin trabajo al paciente.
Cuando se haya acudido al abogado indicado y se tenga el diagnóstico completo del caso, se procederá a exigir el reconocimiento de los daños causados producto de la negligencia médica, la cual se puede hacer a través de la apertura de un proceso civil donde se establece la responsabilidad del médico; mediante un procedimiento penal, o por la vía administrativa, que cosiste en establecer la responsabilidad patrimonial médica, bien sea directamente con los médicos implicados o con el centro de salud.